Saki

Cualquier aficionado a la fotografía sabe que la mejor forma de retratar perros, niños y otras bestezuelas domésticas consiste en tenderse a ras de suelo. El mundo cambia mucho desde esa perspectiva. Estoy seguro de que Saki escribió la mayor parte de sus cuentos tendido sobre la hierba.

Un buen escritor debe presentar los hechos, y abstenerse de juzgarlos. Nada hay más molesto que una narración en tercera persona en la que el Ojo Que Todo Lo Ve cobra vida propia cada dos por tres y nos dice qué debemos opinar. ¿Qué mejor técnica, entonces, que la voz del narrador sea la de un niño?

Y no es que los niños no juzguen, ¡todo lo contrario! Se necesitan unos dieciocho años para transformar una fábrica de cacas y mocos en un ser humano completo, y los renacuajos se dedican frenéticamente durante ese período a evaluarnos y clasificarnos, de acuerdo a sus mal aprendidas reglas. Escuche a Conradin:

The Houdan hen was never drawn into the cult of Sredni Vashtar. Conradin had long ago settled that she was an Anabaptist. He did not pretend to have the remotest knowledge as to what an Anabaptist was, but he privately hoped that it was dashing and not very respectable.

Sredni Vashtar es el cuento más popular de Saki, el que incluyen todas las antologías, y es a la vez uno de los más «oscuros». Personalmente, me gusta la historia de Laura. Laura se muere, es un hecho que hay que aceptar, pero cree razonable la idea de la reencarnación, y promete volver para fastidiar a su cuñado, un tal Egbert, un individuo insufrible al parecer. En este caso, la perspectiva infantil la aporta Amanda, una adulta, cuyo sistema de creencias amenaza con desmoronarse al cumplirse las predicciones de Laura sobre sus siguientes avatares.


E impagable y muy apropiada para nuestros moralistas tiempos modernos, es The Toys of Peace: unos padres, muy preocupados por el gusto de sus chiquillos por los juegos bélicos, deciden seguir las enseñanzas pedagógicas al uso. Los niños esperan que les regalen el juego sobre el asedio de Adrianópolis, pero reciben algo muy diferente:

Another square building came out, this time with windows and chimneys.
«A model of the Manchester branch of the Young Women’s Christian Association,» said Harvey.
«Are there any lions?» asked Eric hopefully. He had been reading Roman history and thought that where you found Christians you might reasonably expect to find a few lions.

No se preocupe: los niños transforman a John Stuart Mill en Luis XIV, y a la poetisa Felicia Hemans en Madame Du Barry, y envían al monarca a invadir Inglaterra, asediar el edificio de la YWCA y raptar a las jóvenes cristianas allí refugiadas. Todo esto, convenientemente aderezado con tinta roja, caos y destrucción. Uno se las puede apañar medianamente bien sin leones.

Las obras de Saki son, desde hace un tiempo, de dominio público. Puede parecer una faena para su descendencia, pero lo cierto es que Saki nunca se casó. Creo que era anabaptista, o algo parecido…

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3 respuestas a Saki

  1. sarah dijo:

    La editorial Alpha Decay publicó en 2004 una recopilación de sus cuentos. Es un volumen grande, pero si no recuerdo mal, bastante completito. Ojeando en su fondo editorial he visto que el año pasado publicaron otro libro con 14 relatos, bajo el título, «Alicia en Westminster». Por la reseña, parece que Saki rinde en ellos un peculiar homenaje a Lewis Carroll (habrá que agenciarse una copia).

    He perdido la pista a la editorial desde que he dejado el mundillo tipográfico, pero en su momento la colección, diseñada por Norbert Denkel, tenía un estándar de calidad alto, con fama de publicar buenas traducciones. Es una opción razonable para quien no se atreva con los cuentos en inglés.

    Sea en una lengua o en otra… merece la pena su lectura. «Toys of Peace» es desternillante. Fine British humour at its best.

  2. Ian dijo:

    “Alicia en Westminster”

    Bueno es saberlo.

    “Toys of Peace” es desternillante. Fine British humour at its best.

    De eso se trata 🙂

  3. sarah dijo:

    Si logro hacerme con una copia de Alicia en Westminster, procuraré que sean dos 🙂

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